ROMÁNICO

Un contrafuerte es un engrosamiento puntual en el lienzo de un muro. Los contrafuertes, que permiten al muro resistir empujes, se conocen desde hace siglos y han sido elementos característicos del arte románico y gótico. El origen de los contrafuertes se debe a la necesidad de soportar la componente horizontal de la carga que origina una bóveda. Esta estructura de cubierta, además de su peso por gravedad tienden a empujar al muro que la sustenta. Estos contrafuertes suelen presentar remates verticales denominados pináculos que cumplen una doble función decorativa y estructural. Se usó mucho en la Edad Media. La aparición del acero disminuyó el uso de contrafuertes.